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Artíclo

Dolor del hombro hemipléjico vs. Síndrome hombro (1ª parte)

En esta entrada nos centraremos en la comparación de dos consecuencias clínicas usuales en hemiplejías y que aparecen en el miembro superior. Una de ellas es el dolor del hombro hemipléjico, del que ya hablamos en una entrada anterior, y la otra el Síndrome doloroso regional  complejo (SDRC) o más conocido como Síndrome de hombro-mano. 

Ambas consecuencias clínicas cursan con dolor, el cual puede influir en la recuperación de la funcionalidad de la extremidad superior afectada y limitar así la capacidad de la persona para alcanzar su potencial funcional máximo.

Además del dolor, estas dos secuelas tienen otros aspectos en común:

  • No existen protocolos de tratamiento específicos, por lo que se torna más dificultoso que exista una recuperación realmente exitosa.
  • Existe gran discrepancia en el origen de los síntomas.
  • Ambas interfieren de forma muy negativa en la mejoría de la funcionalidad de la extremidad afectada.

El hombro doloroso hemipléjico es frecuente después de un ictus, sobretodo entre el segundo y sexto mes después del ACV. El origen del dolor no se sabe con certeza, pero se cree que puede estar causado por: subluxación de la cabeza humeral, lesiones en el manguito rotador, presencia de espasticidad en la musculatura periarticular del hombro o por un mal manejo del paciente en la etapa aguda tras el ictus. Su aparición conlleva, además, una limitación para las actividades de la vida diaria, así como para la participación en programas específicos de neurorrehabilitación.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IAPS), define el Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC) como “variedad de condiciones dolorosas de localización regional, posteriores a una lesión, que presentan predominio distal de síntomas anormales, excediendo en magnitud y duración al curso clínico esperado del incidente inicial, ocasionando con frecuencia un deterioro motor importante, con una progresión variable en el tiempo.” El SDRC, a lo largo de la historia ha recibido una gran variedad de nombres como por ejemplo, atrofia de Sudeck, algodistrofia, causalgia menor o síndrome de hombro-mano. Actualmente este síndrome lo desarrolla el 15% de personas con DCA, sobretodo en mujeres entre 40 y 60 años. Este síndrome tiene su origen a nivel del sistema simpático (SNC); cursa con  alteraciones cutáneas, cambio de temperatura de la piel, disfunción vasomotora, edema, trastornos sudomotores, dolor… 

El tratamiento de este síndrome ha de ir orientado hacia la reducción de la rigidez articular, el dolor, el reflejo vasomotor, las secuelas óseas y articulares; el objetivo final debe ser la restauración funcional exenta de dolor. Para conseguir un tratamiento exitoso, es muy importante la coordinación con el médico neurólogo, ya que sin un tratamiento farmacológico, difícilmente se conseguirán grandes avances. Desde la terapia física podemos actuar sobre los mecanismos fisiopatológicos, para reducir la alteración que se está produciendo a nivel central y romper con el círculo vicioso que provoca este síndrome. 

Si desea más información sobre este tema u otros relacionados con la rehabilitación neurológica,no dude en contactar con nosotros en info@ineava.es 

Publicado por Pilar Casales

Fisioterapeuta INEAVA especializada en neurorehabilitación infantil y adultos.

mail de contacto:pilarcasales@ineava.es