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Artíclo

TERAPIA ACUÁTICA (2 DE 2)

La terapia acuática no debe entenderse como un único y exclusivo tratamiento rehabilitador, sino como una estrategia terapéutica que complementa a otros tratamientos en el proceso de rehabilitación de una persona con trastornos funcionales y sensitivo-motores. El uso del agua como agente terapéutico se remonta muchos años atrás, ya los griegos, egipcios y romanos utilizaban los baños de forma terapéutica, pero ha sido en los últimos años cuando el conocimiento de las propiedades físicas del agua y el comportamiento de los cuerpos en inmersión han permitido el desarrollo de una serie de técnicas y modelos específicos de tratamiento en el agua.

El concepto Halliwick se basa en un proceso de aprendizaje motor donde el control postural es clave para la restauración del equilibrio y la promoción de la actividad motora voluntaria. El método Bad-Ragaz se orienta al fortalecimiento muscular por medio de la aplicación de patrones motores tridimensionales donde el terapeuta interviene como punto de apoyo de la cadena cinética. También podemos encontrar técnicas específicas de relajación que combinan los efectos de la temperatura con movimientos asistidos suaves como el watsu.

Las sesiones en el agua exigen al paciente una búsqueda constante de equilibrio, simetría corporal, control motor y coordinación muscular, proporcionando una mayor estimulación táctil y sensorial. La resistencia al movimiento que ofrece el agua aumenta el gasto energético, además se produce la mejora de la capacidad aeróbica gracias a actividades como la inmersión.

El uso de este tipo de recursos se extiende con rapidez, y es que a los profesionales de este ámbito nos parece de suma importancia proporcionar la sensación de libertad al paciente y disminuir los periodos de inactividad, permitiendo así un reintegro a sus actividades diarias más rápido. Por ello considerar la terapia acuática como una estrategia de tratamiento dentro de los programas de rehabilitación neurológica tras un ictus nos parece clave por la posibilidad de ofrecer al usuario gran variedad de tareas motrices que de otra manera no podría experimentar.

Bibliografía

·         Mogollón, A. Principio de terapia acuática. Rev ASCOFI. 2005;3:85-93.

·         Güeita-Rodriguez, J. Conveniencia de la terapia acuática basada en la evidencia. En: Neurorrehabilitación en la Esclerosis Múltiple. Nuria Máximo, coordinadora. Universidad Rey Juan Carlos. Editorial universitaria Ramón Areces. 2007;pp 159-175.

·         Becker, E. Aquatic Therapy: scientific foundations and clinical rehabilitation applications. 2009; 1:859-872.

Publicado por Ana Pilar Heras Perez

Terapeuta Ocupacional en INEAVA