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Artíclo

Reeducación del equilibrio

La prevalencia de los problemas de equilibrio en población anciana y neurológica es alta. Las consecuencias de una disminución en el equilibrio son significativas: déficit de movilidad, pérdida de independencia funcional, participación reducida en las AVD o aumento en el riesgo de caídas.

El equilibrio incluye tres sistemas:

  • Sistemas motores: Encargados de generar las suficientes fuerzas coordinadas en los músculos apropiados para controlar la posición y el movimiento corporal.
  • Sistemas sensoriales: Encargados de asimilar e integrar las señales motoras relacionadas con la posición y el movimiento corporal.
  • Sistemas cognitivos: Encargados de la seguridad y de la interferencia de dobles tareas.

Las disfunciones en los sistemas motores (periféricos y centrales) resultan en una disminución en el ritmo y la modificación de la actividad muscular para el equilibrio, afectando a los tres tipos de equilibrio: estático, reactivo y proactivo; así como a la sedestación, la bipedestación y la marcha.

En el caso de los sistemas sensoriales del control del equilibrio, su disfunción contribuye a la inestabilidad afectando a la habilidad para determinar con exactitud la orientación y el movimiento del centro de masas corporal; así como a las percepciones críticas del equilibrio (percibe límites de estabilidad y la posición del cuerpo relativo a esos límites).

Por último, una disfunción en los sistemas cognitivos provoca la incapacidad para distribuir las fuentes de atención para el equilibrio, específicamente bajo condiciones de doble tarea, lo que supone una causa de inestabilidad.

Durante la reeducación del equilibrio en pacientes neurológicos o de edad avanzada, es necesario trabajar sobre los tres sistemas para lograr un resultado óptimo en la mejora del equilibrio. Las bases para esta reeducación son:

  • Práctica. El equilibrio es como cualquier otra habilidad motora, mejora con la práctica, mucha práctica.
  • Intensidad. Para mejorar el equilibrio hay que desafiar al equilibrio, como dice el principio: adaptación específica para una demanda impuesta.
  • Progresividad. Debe mantenerse la intensidad de forma continua según se vaya mejorando
  • Duración.(dosis): Para mejorar el equilibrio se necesitan al menos 12 semanas, 2 veces por semanas. Para reducir caídas, al menos 50 horas.
  • Compromiso activo: Es importante intentar hacerlo lo mejor posible.
  • Entrenamiento para unobjetivo: Si se entrena un componente del equilibrio, se transferirá a otros aspectos del equilibrio.

Publicado por Miguel Fraile Yus

Fisioterapeuta especializado en rehabilitación vestibular y del equilibrio