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Artíclo

Neuropsicología del desarrollo vs. Neuropsicología del adulto

Esta semana queremos dedicar elpost, a poner de manifiesto lanecesidad que vemos en nuestro país de ir avanzando hacia la especialización y diferenciación en la intervención en niños y adultos,de manera que ambos abordajes sean cada vez más específicos y adaptados a la población con la que trabajamos, huyendo de una simple traslación/copia de las técnicas y conocimientos que se utilizan en el ámbito de los adultos en el ámbito de los niños y adolescentes.

Esta reflexión nos parece aplicable a todos los profesionales que trabajan en el ámbito de las rehabilitación neurológica, pero en este post, vamos a centrarnos en el campo de la neuropsicología. En este sentido nos ha gustado (por lo clarificador) la distinción que establece la Asociación Profesional Camino entre la Neuropsicología del desarrollo y la Neuropsicología del adulto. 

A continuación os reproducimos lo que aparece en su webwww.atencionydesarrolloinfantil.es.

La Neuropsicología infantil es una neurociencia que estudia las relaciones entre la conducta y el cerebro en desarrollo, con el objetivo de aplicar los conocimientos científicos de dichas relaciones para tratar de corregir en la medida de lo posible las consecuencias derivadas de las lesiones cerebrales que se han producido a lo largo del periodo infantil (Aylward, 1997; Teeter, 1997; Portellano, 2005). También denominada Neuropsicología del desarrollo, surge a partir de los años sesenta del pasado siglo, como fruto de las aportaciones realizadas por diferentes especialidades como Neuropediatría, Psicología del Desarrollo, Terapia Física y Ocupacional, Psicología Clínica Infantil, Psicología Pediátrica y Psicología Escolar. En su proceso de formación ha dado lugar a diversas especialidades: Neuropsicología Clínica Infantil, Neuropsicología Pediátrica, Neuropsicología del Desarrollo Temprano, Neuropsicología Cognitiva Infantil o Neuropsicología de la Edad Escolar (Reynolds, 1997; Goldstein-Reynolds, 1999).  

No es una versión miniaturizada de la neuropsicología del adulto, por lo que no se pueden estudiar las relaciones conducta-cerebro en la infancia con los mismos criterios, simplemente rebajando los niveles de exigencia, sino que deben emplearse criterios específicos y diferenciados (Obruttz & Hyndt, 1986). 

La Neuropsicología del Desarrollo Infantil ha ido incrementando su importancia por varias razones médicas y socioeducativas, entre las que hay que destacar la mejora en las condiciones asistenciales, que ha propiciado el incremento en la supervivencia de niños de riesgo biológico, con la consiguiente aparición de nuevas poblaciones pediátrica antes inexistentes. Dichas poblaciones, como los niños con muy bajo peso al nacer, tienen mayor riesgo de presentar alteraciones neurocognitivas. Por otra parte, la entrada en el sistema educativo de niñas y niños en edad preescolar (etapa de Educación Infantil) incrementa el número de casos de disfunción cerebral que anteriormente pasaban desapercibidos hasta el inicio de la escolaridad obligatoria.

A quién va dirigida

La Neuropsicología del Desarrollo hace incidencia en el cerebro en desarrollo y sus repercusiones sobre el comportamiento, tanto en los casos de lesión o disfunción cerebral como en los niños sanos, teniendo en cuenta de un modo específico los cambios evolutivos que se producen dentro del sistema nervioso infantil, así como sus correlatos conductuales, y la forma en que dichos cambios interactúan de un modo complejo con las alteraciones bioquímicas y ambientales.

Por ello, los trastornos de los que la Neuropsicología del Desarrollo se ocupa, entre otros, son los que respectan a las siguientes áreas cognitivas:

  • Neuropsicología de la atención.
  • Trastornos del desarrollo.
  • Síndromes epilépticos.
  • Síndromes cromosómicos.
  • Neuropsicología del Lenguaje: Trastornos del habla, afasias, alexias, agrafias, acalculias.
  • Neuropsicología de la memoria: amnesias, hipermnesia, paramnesia .
  • Trastornos motores no apráxicos: trastornos extrapiramidales (corea, atetosis, galismo, ataxia, temblores, tics, parkinsonismo, distonía…), trastornos piramidales.
  • Apraxias: ideomotora, ideatoria, instructiva, de vestir, de la marcha, bucofonatoria, óptica, callosa…
  • Agnosias: visuales, auditivas, somatosensoriales, olfatorias, para las enfermedades.
  • Disfunción cerebral infantil.
  • Discapacidades mayores.
  • Discapacidades menores.

Si desea más información, puede ponerse en contacto con el equipo de INEAVA en info@ineava.es.

Publicado por Equipo de INEAVA

Centro de Rehabilitación Neurológica Avanzada.